domingo, 30 de junio de 2013

MUCHOS PARA DORMIR

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/07/2011

En el pueblo de Cerezal de Peñahorcada recuerdan a Sebastián de la señora Petronilla por su frase. Cuando Sebastián, que era pastor, llegaba a casa a altas horas de la noche, se encontraba con sus hijos:
-Niños: “Padre, tiene que jugar a las cartas”.
-Pastor: “No, que la Petronila está en la cama y se le enfrían lo pies”.
Sí los niños seguían insistiendo, esto era lo que el padre les respondía: “Son las noches largas y somos muchos para dormir”.

PUENTE DE PALO DE CEREZAL

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/07/2011

Cuando había grandes crecidas en Cerezal de Peñahorcada, los vecinos que venían del mercado de la Vidola de vender ganado, no podían pasar por el Puente de Palo, ya que se encontraba totalmente cubierto por el agua. Es por ello, que en más de una ocasión se agarraban del rabo de algún novillo que no habían vendido en la feria, y así podían pasar al otro lado.

LOS LOBOS EN LA LUMBRE

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/06/2011

Comentan en el pueblo de Cerezal de Peñahorcada que en los días más fríos de invierno, hasta los lobos se metían en la lumbre.

El CURA DON ÁNGEL DE MASUECO Y LOS CARNAVALES

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/04/2011

En el año 1958 en el pueblo de Masueco echaron al cura Don Ángel, porque quiso quitar los carnavales, una fiesta muy importante para todos.
El cura, que era novato, acababa de llegar al pueblo, y desde un primer momento comenzó con prohibiciones, pero no hubo mayor problema hasta que tuvo la idea de eliminar la fiesta de los carnavales. Cuando llegó el tiempo de que los quintos preparasen el festejo, intentaron a toda costa poder realizar el baile de carnaval. Así, el día de la fiesta, moza que veían, moza que llevaban al baile.
Don Ángel al tener noticia de lo ocurrido, acudió a hablar con el alcalde para que no permitiera que la fiesta continuara. De esa manera, el señor alcalde se presentó en el lugar donde mozos y mozas bailaban muy alegremente. Se plantó enfrente del tamborilero, y sin ninguna contemplación le quitó el tamboril. Los jóvenes protestaban: “Otro alcalde, y al cura que lo capen”.
El hijo del médico le contó lo sucedido a su padre:
- Padre, mire lo que nos has ocurrido…
- ¿Dónde está el tamboril?
- Nos lo quitó el cura.
- Vais todos a por el tamboril, y si no os lo dan, le rompéis la cabeza que para eso yo soy el médico y se la arreglo.
Marcharon los jóvenes a la casa del cura, uno de ellos con un jarro para amenazar. Consiguieron el tamboril, pero el cura les negó la comunión. Dicen que en misa cuando el señor cura entraba todos se mantenían callados, pero en el momento del evangelio unos cuantos se salían a la calle.
Al poco tiempo de ocurrir ese suceso el obispo le llamó: “Vete urgentemente”. Al día siguiente se marchó, llegó un camión, y en él recogió todas sus pertenencias. Según comentan los vecinos tuvo que abandonar el pueblo a la fuerza. Aunque consiguieron echarlo, la pena que se les quedó es que consigo se llevó de criada una moza del pueblo.

EL COLCHON DEL CURA

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/03/2011

En el 1958, Garciliano venía de la zona del Abanico de La Zarza de Pumareda de trabajar. Antiguamente en el pueblo de Masueco había unas cruces de piedra, y desde allí, cierto día, el señor cura, Don Ángel, levantando las manos, le hizo señal para que se parara. Y le dijo así: “Como tienes dos niños, yo tengo dos colchones y puedes coger uno”. Pues de esa manera hizo; amarró un colchón y marcho para casa.
A los quince días de aquello, en el mismo sitio que la anterior vez, el cura paró al Garciliano, y le dijo: “Seguramente se te ha olvidado que no me has pagado el colchón”. Lo que el cura le pedía eran 100 pesetas, y el hombre al mes tan solo ganaba 50 pesetas en el Abanico.
Regresó a casa con intención de devolverle el colchón, ya que no tenía intención ninguna de pagarle tal cantidad. Sin embargo, nuevamente por el “qué dirán”, acabó dándole la cantidad que le había solicitado, aun sabiendo que le había engañado.

EN LA HUERTA CANTANDO Y LAS OVEJAS ZAMPANDO

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/26/2011

En las huertas de Masueco, en una noche de verano, un hombre que se encontraba vigilando para salvaguardar las sus hortalizas, sin poder resistirse, los parpados cada vez le iban pesando más, hasta que finalmente se quedó dormido. Cerca de donde se encontraba el hombre durmiendo, se hallaba un pastor que cuidaba el rebaño de ovejas. Para pasar la noche lo mejor posible y con más alegría, mientras las cuidaba, cantaba muy descuidadamente, sin prestar mucha atención a lo que sus animalitos hacían. En una de estas, mientras uno dormía y el otro cantaba, las ovejas, aprovechando el descuido, se metieron en la huerta, y acabaron con todo lo que había allí.

EL POLLO DE LA MÉDICA

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/25/2011

En el pueblo de Masueco, al lado de las actuales piscinas, había una pequeña cuadra con pollitos. Un día, cuando los mozos iban de camino a la escuela, un rapaz que era muy pillo, cogió una piedra y la lanzó hacía el corral. Con tan buena o mala suerte, acertó darle al animal, y lo mató.
Los chavales de la escuela que nada se callan empezaron a decir: “El Colao ha matado un pollo”. Cuando la dueña del corral, que era la mujer del médico, se enteró de lo ocurrido, llamó al pequeño rapaz y le dijo: “Te llevas el pollo a tu casa y me traes 10 pesetas”. Cuando el Colao llegó a su casa, le contó a su madre lo ocurrido. No se pudieron negar a darle el dinero a la médica por miedo al “qué dirán”.

CARA DE CABRITILLO

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/21/2011

En cierta ocasión un señor metió un león en la cuadra con el burro. El pobre asno estaba muy preocupado, ya que pensaba que en cualquier momento iba a ser devorado. El león dándose cuenta del miedo del pobre animal, le dijo: “Tranquilo burro, que no me gusta la carne de burro”.
El dueño marcho a la feria. Habiendo pasado una semana, los dos pobres animales estaban hambrientos. En estas el león le dijo a su compañero: “se te está poniendo cara de cabrito”.

EL BASTARDO MAMÓN

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/20/2011

Una mujer recién parida se encontraba con su bebe en brazos, echando una cabezadita. En una de éstas, se acercó un bastardo, y se puso a mamar de la teta de la mujer, y al pequeño rapaz le metió la cola en la boca para que no llorase.

LEJOS DE LAS LOBADAS

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/20/2011

Es muy curioso poder ver que en los pueblos donde se construyeron lobadas, no se recoge gran cantidad de historias referidas al lobo. Es el caso de Masueco de la Ribera. En la entrada del pueblo por la carretera de la Zarza se encuentra una gran lobada, un recinto redondo para guardar las ovejas e impedir que el lobo entrase. Pues tal es así, que en el pueblo mencionado, aunque además de la construcción de piedra, ha quedado reflejado en la toponimia el paso de este animal, no queda constancia de ningún relato relevante.

EL CONOCIMIENTO

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/19/2011

“Hay que trabajar con conocimiento y comer sin él”. Es bien sabido que en la provincia de Salamanca la gente tiene fama de muy trabajadora, y de tener buen apetito. De ahí viene esa frase que hoy en día se sigue escuchando con bastante frecuencia.

EL MAMACABRAS

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/18/2011

Cuentan en el pueblo de la Zarza de Pumareda que una mujer se encontraba sentada, echando una cabezadita a la sombra. De repente notó un movimiento en la tripa. Mientras despertaba, iba pensando que qué sería aquello. Completamente despierta, miró dentro de sus ropas. ¿Cuál fue su sorpresa? Se encontró dentro un mamacabras.

EL CALZONCILLO DEL ALCALDE

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/17/2011

Cuentan en el pueblo de Masueco que hace muchos años cuando el alcalde, ya mayor, salió del cargo, entregó como debía las cuentas y el bastón al que iba a ser su sustituto.
La mujer del primero, mientras estaba lavando la ropa en las pozas, se dio cuenta de que el calzoncillo que años atrás habían comprado para cuando tenía que subir a Salamanca, para algún asunto de la alcaldía, se les había olvidado entregar al nuevo alcalde.
Por ello, cuando regresó a casa le mando al marido que se los fuera a llevar al nuevo alcalde. El alcalde viejo acudió a dárselos, y al parecer, esta debió de ser la conversación que mantuvieron:
- Alcalde viejo: ”Te vengo a traer estos calzoncillos para cuando tengas que ir a Salamanca,
- Alcalde nuevo: “¿Y…esto cómo se pone?”
- Alcalde viejo: “Es muy fácil, lo cagado para atrás”.

EN TIEMPO DE VEDA

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/13/2011

Un lobo y una zorra estaban en un teso, al sol, en una mañana de primavera. Apareció un furtivo con bigote, fumando y la escopeta al hombro. La zorra al ver al hombre salió corriendo. Y el lobo, por el contrario, se quedó allí quietito. El hombre miraba al lobo, y el lobo al hombre. No se dijeron nada.
Cuando el lobo vio nuevamente a su amiga la zorra le dijo: ¿Por qué escapaste ayer? A lo que la zorra respondió: ¿No viste que era un cazador? Entonces respondió el lobo: “Y tú no sabes que es veda”. La zorra muy convencida respondió: “¿Y si viene alguno que no sabe el reglamento?”.

OVEJAS AHOGADAS

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/12/2011

El abuelo Joaquín de Masueco acostumbraba a dejar las ovejas a dormir en la zona donde se junta el Duero con el Uces. Cierta noche comenzó a llover. Llovía y llovía, y aquello no paraba. Por ello, Joaquín se dirigió a cambiarlas de lugar, ya que el río las podía cubrir. Así pues, las subió más arriba. Pensando que allí estarían a salvo se fue tranquilamente para casa. A la mañana siguiente, cuando acudió al lugar, no quedaba rastro de las ovejas, el agua había cubierto todo.

El avispero de San Marcos

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/07/2011

Cuentan que cierto día en la festividad de San Marcos (25 de abril), en el pueblo de Cerezal de Peñahorcada, el cura se encontraba dando la santa misa. No paraba de venerar al Santo. Tanta era la admiración que le tenía, que incluso llegó a exclamar que “San Marcos es un santo que amansa los toros bravos”.
En estas que estaba el señor cura adorándolo, sin percatarse de que la figura de madera tenía un pequeño agujero, donde, al parecer, la avispas habían hecho el avispero dentro, con la mano rozó al santo. En ese mismo instante en el que pasó la mano por el agujero, las avispas comenzaron a salir.
Según se comenta eran tantas las avispas que salían que la gente se tuvo que ir de la misa, y mientras tanto allí quedó el cura espantándolas con la sotana.

Pregón de la Zarza de Pumareda 2011

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/07/2011

¡Buenas noches, Zarza!
Este año me tenéis como la pregonera de las fiestas de San Lorenzo 2011. La mayoría ya me conocéis. Soy Isa, “La tamborilera”, de la peña Zarza lokura. Nacida en Barakaldo, pero igualmente de La Zarza y de Mieza. Con el corazón repartido entre tierras vascas y salmantinas.
En primer lugar quiero agradecer a la corporación municipal por este nombramiento, ya que es un gran honor poder estar aquí con todos vosotros.
Quiero dedicar este pregón a todas esas personas que, al igual que hicieron sus antepasados, han sabido mantener la rica tradición oral. Gracias a ellos, hace unos años pude introducirme en el maravilloso mundo de los relatos de nuestro pueblo. Quedé admirada del legado tan grande que nos han dejado con su sabiduría. Podría mencionar a todos los que me han ayudado, gente humilde y trabajadora, muchos de ellos ya fallecidos, pero son tantos que no quiero que quede ninguno sin nombrar. Para todos ellos mi más sincera gratitud por todo lo que me contaron. He de comentaros que si todo marcha como está previsto, en pocos meses el libro de recopilación de relatos de La Zarza será publicado para el disfrute de todos. Mi intención ha sido que historias que nos definen como pueblo no se olviden en el tiempo.
Dicen los que entienden de la materia, historiadores y demás, que no existe futuro sin pasado. Por ello, quiero señalar la importancia de tener curiosidad por saber de dónde venimos. Hoy en día quizá no tengamos muy claro a dónde vamos, a dónde nos dirigimos. Pero es seguro que si mantenemos una base sólida de lo que hemos sido, nos será mucho más fácil no perdernos por este mundo de incertidumbres.
Los tiempos han cambiado. Y seguirán cambiando. Pero, sin embargo, lo que realmente es importante siempre se mantiene. Todo lo que nos ocurre en esta vida gira alrededor de las personas que queremos. Cuando decimos que estamos deseando que lleguen las vacaciones para ir al pueblo, lo que verdaderamente nos ocurre es que nos morimos de ganas de ver a esas personas que tanto queremos y no tenemos al lado todos los días: son nuestra familia, nuestros amigos.
Muchas veces fuera de aquí hablamos de nuestra querida Zarza y la gente se queda con ganas de conocerla, y es normal, porque al marchar nos quedamos con tan buenos recuerdos, que no es para menos el entusiasmo que ponemos al contar a todos lo bien que lo pasamos.
Un año más, ya estamos de nuevo dispuesto a pasarlo fenomenal en las fiesta de San Lorenzo con los distintos actos. Un año más y ya nos encontramos aquí para festejar lo que llevamos esperando tantos meses. Y una vez que llega, nos alegramos realmente por muy distintos motivos. En mi caso estos días son tan especiales, porque además de disfrutar enormemente con la familia, y la peña y sus locuras, el día 10 en concreto es un día que no podría olvidar, ya que a parte de ser el santo del pueblo, y de haber tomado la comunión en un día tan señalado, es el cumpleaños de una persona muy especial en mi vida, de mi hermana Lourdes.
Para finalizar, me gustaría acabar con un bonito relato. Se cuenta que hace muchos años un tamborilero se acercó a la Zarza para tocar en fiestas. Al acabar el festejo, como mandaba la tradición, le obsequiaron con una cesta con la merienda. De vuelta a casa, por el camino, le salieron al encuentro tres enormes lobos. El tamborilero temiendo por su vida les fue echando pequeños trocitos. Poco a poco iba notando que cada vez estaban más cerca, y el tentempié con el que mantenía a los lobos alejados de sus carnes se le había acabado. Saco la flauta y les dijo: “Pues si ahora queréis echar un baile”. Al empezar el tamborilero a tocar los lobos escaparon despavoridamente. Entonces suspirando, dijo: “¿Quién lo hubiera sabido antes?”.
Como pregonera de este año solo me queda desearos unas muy felices fiestas, y como una gran familia que somos, que disfrutéis lo máximo posible.
¡Viva La Zarza!
¡Viva San Lorenzo!
Muchas gracias

Fotos: La Zarza y sus gentes

Posted by Isabel Martín Hernández in 06/12/2010

RECORDANDO A SALVADOR “EL VERDEJO”

Posted by Isabel Martín Hernández in 06/11/2010

Hay un dicho muy conocido en nuestra tierra que dice: “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta”. Con esa frase podríamos definir a Salvador, ya que siendo pastor de profesión, y habiendo acabado su “carrera” de bien jovencito, no le hizo falta pasar por la Universidad de Salamanca para desarrollar su capacidad narrativa, ya que a él la naturaleza sí que se lo prestó.
El día 6 de septiembre del año 2007 tuve la grata oportunidad de pasar una magnifica tarde de relatos con Salvador. Muchos de ellos los recordamos en la humilde recopilación de relatos que ya conocéis (Érase un vez un pueblo de Salamanca); otros tantos, sin embargo, quedarán para siempre en el olvido.
Aquí os muestro uno de esas fabulosas narraciones:
LOS LOBOS AL SON DEL TAMBORILERO
Se cuenta en La Zarza de Pumareda que hace muchos años un tamborilero de Fuentes de Valsalabroso se acercó al pueblo de La Zarza para tocar en las fiestas.
Al acabar el festejo, como mandaba la tradición, a los tamborileros se les premiaba con una cesta con la merienda de productos típicos de la zona: pastas, jamón, queso…
En esta ocasión, una vez acabado el baile, cuando el tamborilero regresaba a su pueblo con la cesta y el tamboril al hombro, le salieron al encuentro tres enormes lobos. Al parecer habían olfateado la merienda que llevaba. El tamborilero asustadísimo, muerto de miedo, temiendo por su vida, les fue echando pequeños trocitos para ver si conseguía librarse.
Aún así y todo, transcurría el tiempo y no lo lograba. Es más, poco a poco iba notando que cada vez estaban más cerca; casi ya le pisaban los talones. Cuando aterrorizado advirtió que se le había terminado el tentempié con el que mantenía a los lobos alejados de sus propias carnes, temblando por lo comprometida que era la situación, sacó del macuto la flauta, y les dijo: “Pues si ahora queréis echar un baile”. Al empezar a tocar los lobos espantados escaparon despavoridamente. Entonces, en ese momento, el tamborilero suspirando y dando gracias, dijo: “¿Quién lo hubiera sabido antes?”.
- Salvador Vicente “El Verdejo”. Zarza de Pumareda, 06-09-07
GRACIAS SALVADOR

COFRADÍA DE LA ZARZA

Posted by Isabel Martín Hernández in 05/02/2010

Reglamento para régimen y gobierno de la Cofradía del Smo. Sacramento establecido en la Iglesia Parroquial de S. Lorenzo Mártir de Zarza de Pumareda
http://picasaweb.google.es/isabel.martin.hernandez/EraseUnaVez?authkey=Gv1sRgCLSclp7S1u3vxwE#5466633560415351170

LICENCIADO PUMAREDA (II)

Posted by Isabel Martín Hernández in 05/03/2010

La información sobre el Licenciado Pumareda se encuentra en el libro:
“La península en la Edad Media. Treinta años después” de José Mª Mínguez fernández y Gregorio del Ser Quijano.
Libro

LICENCIADO PUMAREDA

Posted by Isabel Martín Hernández in 05/02/2010

 Aquí os muestro un comentario que he recibido de la oficina de turismo de Aldeadávila en referencia a los orígenes de La Zarza.
 Hola vecinos de LA ZARZA:
Han informado profesores de Historia de la U. de Salamanca que en el siglo XV (finales), LA ZARZA fue invadida por el LICENCIADO PUMAREDA, expulsando gente y quedándose con la mitad del territorio. De ahí, su apellido actual.
Los Franciscanos de las Órdenes menores, parece ser tenían mucha, mucha influencia en la comarca.
En Aldea. tenían un pequeño hospital de Peregrinos, para los que venían desde el Vado de LA VERDE, puede que el convento de LA ZARZA que indicáis también tuviera una misión similar…
No conocía mucho vuestra página, pero está muy, muy bien.
Un saludo cordial.
tourismaldeadavila@gmail.com
 http://www.aldeadavila.com/historia/

SALVADO POR LOS PELOS

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/29/2010

En la mina de Barruecopardo, un joven chaval de Bejar trabajaba a 40 metros de hondura. Y aunque era “pobre de vista” –como decían los del pueblo- su función era encender los barrenos que utilizaban para extraer el mineral.

Cierta mañana, cuando el bejaruco se disponía a prender con el chisquero los cuatro barrenos que le habían indicado, se escuchó una gran explosión. Al parecer, los barrenos ya habían estallado en el rollo vivo; pero, al mozalbete, sin embargo, no le dio tiempo a salir a la superficie.

En pocos minutos, creyendo que el muchacho había muerto, los trabajadores de la mina comenzaron a agolparse en la entrada a la hondura. En ese momento, nadie quería tirar de la grúa hacia arriba, ya que después de la explosión lo que les iba a tocar ver, no iba a ser nada agradable.

Finalmente,  Salvador Hernández, vecino de La Zarza, hizo tripas corazón, y subió la grúa. Al llegar el cazo donde venía remolcado, a la parte superior, pudieron ver que allí, delante de sus narices, estaba el chico vivito y coleando. Eso sí, quedó desnudo, temblando y algo magullado. 

Después de la tensión vivida, Salvador, al ver al chiquillo, se desmayó; nunca pensó que lo iba a volver a ver con vida.

MILLONARIO EN UN DÍA

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/28/2010

Un vecino de Barruecopardo, proveniente de una familia de pocos recursos, desde muy pequeño acudía a la zona de Bermellar para guardar las cabras.

Antes de morir sus padres, al ser ya mayores, vieron conveniente repartir las pocas fincas que disponían entre sus hijos. El reparto se hizo rápido. Así, al partir el capital, le dejaron al pobre cabrero una tierra que no servia más que para coger algo de leña.

Pasados los años, se empezó a comentar que al pueblo iban a llegar grandes maquinarias y que el cambio que se iba a producir en el  pueblo iba a ser considerable.

El pastor, que no creía nada de aquellas habladurías, recibió la visita de unos hombres forasteros que le pidieron examinar el terreno.  En esa primera semana, en la pequeña finca encontraron un gran filón*, por lo que le hicieron millonario en un día.
*El filón de la tierrita del de Barrueco era de wolframio-tunsgteno-scheelita

APAÑANDO ACEITUNA

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/27/2010

Cuando mozos y mozas acudían a la zona de Los Reventones, en el término de Mieza, para apañar la aceituna, muchos eran los esfuerzos que debían  realizar, ya que antes de comenzar a apañar, debían pasar por caminos muy difíciles de acceder. Al parecer, el camino que mejor se encontraba era el del molino.

A pesar de lo costoso que era el trabajo de la aceituna, los que allí acudían, alegraban las mañanas con los cánticos del pueblo:

Apañando aceituna se hacen las bodas, el que no apaña aceituna, no se enamora.

Apañando aceituna me han convidado. Mira que anillo de oro me han regalado

Apañar aceituna dicen que es vicio. Bien sentada estaría la que lo dijo.

Las mocitas de Mieza crían colores, cuando suben y bajan los reventones.

SAN AMAO DE PANDERA

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/23/2010


En la zona conocida como San Amao de Pandera, dentro del Carrascal (Mieza de la Ribera) hace años se encontraba una pequeña ermita que, según se comenta, fue destruida.

Desde entonces, la tierra donde se hallaba el santuario pasó de ser un terreno fértil a no producir ni tan siquiera malas hierbas. En varias ocasiones, como cuentan en el pueblo de Mieza, los actuales dueños de la finca han intentado sembrar; pero, a pesar del esfuerzo, no han conseguido que en San Amao se vuelva a producir ningún fruto, vegetal….

Cuenta la leyenda que al Santo le encontraron en el río Duero, en la zona de Pandera, cerca de la raya de Vilvestre.

A su vez, aún queda constancia de que antiguamente, en su festividad, se acercaban los miezucos en sus caballerías, con los pendones y estandartes de la iglesia, y llevaban a cabo la celebración correspondiente. En ese día ésta era la copla que se escuchaba cantada por los mozos del pueblo:

 “San Amao de Pandera,
 ¿Quién te trajo al Carrascal?
 Los mocitos de Mieza
 que quisieron bolear[1]”.

La ermita de San Amao desapareció sin que la gente del pueblo supiera el motivo. Hasta hace pocos años aún se encontraban en la finca tejas de la ya casi olvidada ermita.

Aunque, hoy por hoy, no se conoce la causa que ocasionó su desaparición, lo que sí está claro es que se puede apreciar la ausencia de vida vegetal ¡Misterios de la vida!

[1] Bolear: hacer fiesta.

LA SUPRESIÓN DE LOS FRANCISCANOS

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/07/2010

En cierta ocasión Francisca Martín me indicó que lo interesante de las historias recogidas se encuentra en relacionarlas con fechas y acontecimientos acaecidos en el pasado. Pues bien, eso estoy haciendo.

Los relatos que he recogido de la tradición oral hasta el momento en los pueblos de Salamanca se basan en algún hecho, pero… ¿En cuál?  No es tarea fácil de saber; más, incluso, si no se es entendida en el tema. Aún así, echando la vista atrás, recordando las historietas, uniendo hilos, y leyendo textos relacionados, se puede sacar alguna conclusión (en ocasiones, quizá, no acertada). Por ello, bien o mal, voy a ser valiente, y, a la vez, precavida, y os voy a mostrar algo que me parece magnifico; ya que, a día de hoy, parece que las piezas del puzzle van encajando. Aquí os lo presento:

Hace unos meses os dí a conocer la siguiente historieta recogida en el pueblo de La Zarza de Pumareda en referencia al Convento de La Verde (Aldeadávila de la Ribera):

“CENAD BIEN FUERTE…”

Se cuenta que en cierta ocasión un hombre con alto cargo acompañado de otros señores se dirigieron  al Convento de La Verde para hacer una visita[1].  Una vez allí, estos les dijeron a los frailes: “Cenad bien fuerte, que el camino es largo”. 

De ahí en adelante, esos frailes no volvieron a aparecer. Se comenta que les mataron.

A su vez, en La Zarza se recoge ésta otra en referencia al convento del pueblo:

En cierta ocasión los frailes de Robledo  se acercaron al pueblo de La Zarza, ya que ahí se encontraba otro convento.  Al parecer, los frailes de Robledo les comentaron que todos juntos debían ir hasta el Convento de La Verde (Aldeadávila) ya que el superior les iba a comunicar algún evento importante.

Ese relato se mezcla con el anterior, ya que se comenta que esos últimos, al igual que les ocurrió a los frailes del La Verde, nunca regresaron.

Ahora bien, esos dos relatos vamos a basarlos en la Historia (con mayúscula). Para ello voy a mencionar párrafos del estudio (La supresión de los franciscanos conventuales de España en el marco de la política religiosa de Felipe II) realizado por Gonzalo Fernández (Madrid, 1999):

- “La supresión de los Franciscanos Conventuales en 1567 no es sólo ni principalmente el fruto de una reforma religiosa [...] sino fundamentalmente el resultado de unas circunstancias políticas, sociales y religiosas bien precisas en la España del siglo XVI. Esta supresión se convierte así en un capítulo de la política religiosa de Felipe II”.

- “La supresión de los Franciscanos Conventuales se enmarca dentro de un plan general de reforma de casi todas las órdenes religiosas realizado durante el reinado de Felipe II, aunque es el caso más drástico y aniquilador, ya que fue la extirpación de una orden en vez de su reforma”.

- “La Provincia de Castilla fue casi totalmente desmantelada durante este reinado”.

- “Con la excusa de la inspección que ellos llamaban visita[2], el Provincial Jiménez trataba de que las casas de los frailes conventuales pasaran a poder de los observantes, a base de ruegos, recompensas y también con cualquier astucia y artimaña”

- “Expulsan a sus legítimos y pacíficos moradores [franciscanos conventuales] ,se cometen pillajes […] se asaltan conventos a golpe de pica[3]”.

-  “Hasta qué punto se usaron métodos violentos lo podemos intuir por el hecho de que la reina Isabel hizo constar en la cláusula 11ª del codicilo a su testamento sus excesos en este tema, y el mismo rey Fernando, en 1507, mandó a su embajador que obtuviese una bula papal de absolución por si se había excedido en los asuntos de la reforma 92”.





Gracias, Paquita, por esa idea que me ofreciste en su día, y también por darme a conocer la publicación de “La supresión de los franciscanos…”, ya que sin ella, la historia recogida anteriormente quedaría como un cuento de “los de antes”.

à Estudio: La supresión de los franciscanos conventuales de España en el marco de la política religiosa de Felipe II:









[1] Visita: en el relato recogido aún se mantiene esa palabra de “visita” que tiene relación con la inspección que realizaban a los conventos para dicho “cambio”.
[2] Visita: al igual que en el relato recogido en La Zarza, se lleva a cabo esa “visita” en la que los frailes del convento ya no regresarían nunca.
[3] Según RAE (Real Academia Española) pica: Especie de lanza larga, compuesta de un asta con hierro pequeño y agudo en el extremo superior

¡PRIMEROS POBLADORES DE LA ZARZA: FRANCISCANOS!??

Posted by Isabel Martín Hernández in 02/22/2010

¡Eureka! Ya no cabe duda: los religiosos que se encontraban en el convento/ monasterio localizado en el municipio de La Zarza, parte de la actual casa del cartero, eran franciscanos; quizá provenían del Convento de La Verde.  Sin embargo, aún quedan muchas otras preguntas por resolver.

En una anterior ocasión daba a conocer el relato de los frailes de Robledo que se acercaron al pueblo de La Zarza, ya que ahí se encontraba otro convento.  Al parecer, los frailes de Robledo les comentaron que todos juntos debían ir hasta el Convento de La Verde (Aldeadávila) ya que el superior les iba a comunicar algún evento importante.

En la Web de Aldeadávila podéis leer lo siguiente: “Los orígenes del Convento de La Verde se remontan al Siglo XII, a un grupo de eremitas que, deseosos de dedicar sus vidas a la oración, habitan al abrigo de las peñas y se alimentan con frutos silvestres. Una pequeña Ermita, conocida con el nombre de El Manzanedo y consagrada a nuestra Señora de Manzaneda, es el lugar donde se reúnen para la oración. Muy pronto la Ermita pasará a llamarse de Santa Marina, en honor y expresión de devoción a la pastorcita de Las Uces [...]“. Hay que indicar que los religiosos que se encontraban en La Verde eran franciscanos.

Por otra parte, cabe destacar que: “En el año 1213 San Francisco de Asís[*] se encuentra en Ciudad Rodrigo y, con algunos de sus primeros frailes aparecen las primeras Fundaciones [...]. Aunque dos siglos después, nace el que sería primitivo Convento de Santa Marina de la Verde.”

Hasta el momento este siguiente es el dato más antiguo que disponemos de la Zarza: “Su nombre en el año 1262 y 1345 parece ser La Çarça de Canosapo“.  La palabra “cano: canô, is, ere, cecinî, cantum” en latín significa “cantar”.

Es sabido que los monasterios, por lo general, se sitúan fuera de poblado, donde los religiosos viven en comunidad, apartados. Por ello, el convento de La Zarza podría ser la primera edificación del pueblo; encontrándose, de esa manera, en ese momento retirada de toda población; es decir, que a su alrededor no habría ningún otra lugar donde hospedarse y vivir.

Según comentan los vecinos así era el convento de La Zarza: formado por grandes paredes maestras de piedra, y en su interior se encontraba dividido por celdas. La puerta principal, que aún se conserva, se encuentra bajo el balcón. La cocina se encontraba a la entrada (actualmente pertenece al Tío Olegario -padre de Agapito-) era una cocina muy oscura, y al fondo se distinguían unas escaleras muy pendiente. El convento disponía de dos plantas. Al parecer esta podría ser la división: la casa de Dolores o de Miguel (el cartero) pertenecería a dos celdas; y la casa del Tío Eugenio (actual casa de  MªJose y José -el alcalde- ) a otras dos. En la parte permaneciente a Dolores, a parte de las los celdas, se hallaba un pozo en forma de estanque que ocupaba gran parte de la habitación. Hoy en día todavía se puede apreciar el balcón de la segunda planta y unos grabados que hay en la pared exterior. A su vez hay que indicar que el Tío Eugenio después de obtener parte del convento para hacer vivienda, al realizar las obras, la parte superior no modificó, por lo que disponía de una pequeña ventana con la que comunicaba aún con el edificio. Respecto a eso en una anterior ocasión os di a conocer un suceso, aquí os lo recuerdo:

 EL CONVENTO DE LA ZARZA “Se comenta que antiguamente había un convento en la zona que actualmente corresponde a la casa de Miguel el cartero, y, que esta, a su vez,  se comunicaba con otra parcela. Al parecer, en estas dos habitaciones se encontraban unas celdas. En cierta ocasión, el abuelo de Miguel el cartero, estaba haciendo aguardiente en el lugar ya mencionado. En una de estas, mientras estaba a la tarea,  unos vecinos del pueblo le vinieron a dar aviso, ya que la Guardia Civil o Carabineros andaban por la zona; al parecer en esa época estaba prohibido hacer aguardiente. Por ello, nada más conocer la noticia, tanto este, como algún otro vecino que le estaba ayudando, escaparon por el convento, ya que había una especie de pasadizo. Aún así, les acabaron pillando”.

De repente me vienen muchas preguntas sin resolver. Aún así, dentro de esa oscuridad, se empieza a ver algo de luz. Quizá estemos ante la primera vivienda/casa/edificación de La Çarça (La Zarza). Por lo tanto, los franciscanos podrían ser los primeros pobladores del pueblo. ¡Casi nada!

Datos interesantes ha recordar: hace unas semanas indiqué que los santos de Robledino eran tres: Santo Domingo, San Buenaventura y San Antonio. Se da la casualidad, o no, que San Buenaventura de Bagnoregio fue  uno de los primeros grandes teólogos franciscanos; que, San Antonio de Padua fue unos de los primeros santos de la primera época de dicha orden; y que Santo Domingo de Guzmán, aunque no era franciscano, fue un gran amigo de San Francisco de Asís, y que a su vez, “en esa época el cardenal Hugolino les ofreció a él y a Domingo de Guzmán la posibilidad de formar cardenales de las filas de sus órdenes”.


Fuentes:
  • - Wikipedia
  • - Diccionario latín
  • - Web Aldeadávila
  • - Web La Zarza
  • - Historias de los zarceños
  • - http://www.aldeadavila.com/historia/salamanca-la-zarza-de-pumareda-en-1605-1610/


 
[*] Francisco de Asís (en italiano Frances co d’Assisi) (* Asís, Italia, 1181/1182 – † Ibídem, 3 de octubre de 1226)[1] fue un santo italiano, diácono, fundador de la Orden Franciscana

TIEMPO DE CUARESMA

Posted by Isabel Martín Hernández in 02/20/2010

Hasta hace no muchos años, al llegar la cuaresma, que duraba dos meses, la gente si no quería caer en pecado, debía abstenerse de comer carne.

El cura Don Leopoldo, cuando iba llegando la fecha, preparaba unos papelitos blancos, es decir, lo que se conoce como bula,  para que la gente pudiera comer carne -excepto los viernes, que con bula o sin ella todos lo tenían prohibido-.

Los papelitos los repartía según el nivel económico de cada familia. En ellos aparecía escrito: “Vale por una peseta, vale por 5 pesetas…”. Así pues, Don Leopoldo iba preguntando: “¿De qué categoría le doy?”. Si él veía que la que le pedían era inferior a su categoría (según comentan los vecinos) les obligaba a comprar una bula de superior precio: “Llevé usted la de 5 pesetas, que bien puede”.

Los vecinos que no disponían de grandes ganancias, no compraban ninguna bula.

EL TÍO JOSÉ EL FRAILITO

Posted by Isabel Martín Hernández in 02/19/2010

José, vecino de Aldeadávila, recibía el nombre de “El Tío José el Frailito”, ya que se encontraba como monaguillo para los frailes del convento de La Verde.

De vez en cuando acudía al pueblo de Lumbrales en su carro, para buscar el convoy que venía cargado de alimentos; y así, suministrar a los religiosos.

    SANTOS DE ROBLEDO

    Posted by Isabel Martín Hernández in 02/13/2010

    Los frailes que se encontraban en el convento/ermita de Robledo/Robledino custodiaban los tres santos que ahí se encontraban: Santo Domingo, San Buena Ventura y San Antonio.

    Cuando desaparecieron los frailes del convento y la ermita quedó en desuso, los vecinos de La Zarza se acercaron con carros para traer los santos a la iglesia del pueblo. Por el camino, de vuelta a casa, se espantó un burro y Santo Domingo, que era de madera, se partió a la mitad.

    Por ello, en la iglesia de La Zarza a San Buena Ventura lo tenían por Santo Domingo, ya que al parecer ese segundo era un santo muy querido.

    Cada año una familia se encargaba de custodiar los santos. Para ello, nombraban un mayordomo.

    SAN LORENZO AL ESTRAPERLO

    Posted by Isabel Martín Hernández in 02/01/2010

    El antiguo San Lorenzo de la iglesia de La Zarza, según se comenta, fue vendido a un vecino de Aldeadávila por el cura Don Leopoldo.

    Ese hombre, al parecer, utilizó el Santo para el contrabando de café. Como la imagen era hueca –como la mayoría de las imágenes antiguas de madera- ahí traía la mercancía escondida.

    De vez en cuando acudía a Portugal con la excusa de que era un santo de frontera, que tanto los vecinos de España como los de Portugal le rezaban; y, de esa manera, conseguía pasar el café, sin que los carabineros sospecharan.

    Según comentan algunos vecinos de La Zarza en varias ocasiones se le ha oído expresar: “¡Cuánto dinero me dio San Lorenzo!, ¡Cuánto café pasé con él!”.

    EL CRISTO DE LAS BATALLAS

    Posted by Isabel Martín Hernández in 01/30/2010

    Después de la venta que se produjo de los Santos que se encontraban en la iglesia del pueblo, muchos son los vecinos que se preguntaban por el paradero de ellos.

    Un vecino en cierta ocasión se encontraba visitando una exposición en Salamanca, y según comentaba, uno de los Santos que pudo ver allí, era El Cristo de las Batallas, el que había permanecido en su pueblo tantos y tantos años. Según parece, nada más verlo, supo que era él.

    LOS SANTOS DE LA IGLESIA

    Posted by Isabel Martín Hernández in 01/28/2010

    Antes de que el cura Don Leopoldo se estableciera en el pueblo de La Zarza estos eran los Santos que se encontraban en la iglesia: La Inmaculada Concepción, El Sagrado Corazón de María, Sagrado Corazón de Jesús, La Virgen del Rosario, Santa Teresa, San José, San Antonio, Santo Domingo, San Isidro, Santo Cristo de las Batallas, Virgen Vieja y San Lorenzo.

    Hay que indicar que todos aquellos eran de madera.

    En la actualidad estos son los que quedan: La Inmaculada Concepción,  Santo Cristo de las Batallas, San Lorenzo, La Virgen del Rosario y El Sagrado Corazón de María. Sin embargo, los únicos que se conservan, después de la venta que fue llevada a cabo por Don Leopoldo en su permanencia en La Zarza, son los dos últimos que he mencionado, ya que el resto fue comprado posteriormente y son de escayola.

    CALLES ARRENDADAS

    Posted by Isabel Martín Hernández in 01/14/2010

    Hace años el Ayuntamiento de La Zarza arrendaba las calles por 2 ó 4 pesetas. Aunque cada persona barría su puerta, la distancia que había de una casa a otra era por lo que pagaban los vecinos. Por esas calles pasaban ovejas, vacas, cerdos… y lo que iban dejando por el camino era de gran valor. Por ello, tras ser arrendado, iban con una cesta para recogerlo y posteriormente llevarlo al cortino o huerto.

    La tarea de la recogida de los cagajones solía corresponder a los más pequeños y a las abuelas. Así pues, algún vecino aún recuerda cuando los chiquillos salían con sus abuelas a recogerlo y con mucho entusiasmo decían: “¡Abuela, aquí ahí otro cagajón!”.

    BURROS SIN ALMA

    Posted by Isabel Martín Hernández in 01/06/2010

    José Manuel Martín, vecino de La Zarza, acostumbraba a ir todas las tardes al caño del pueblo para darle agua a sus mulas y burros.

    Por aquel entonces, el cura Don Leopoldo –muy conocido por los vecinos- residía en el actual  teleclub. Como por las tardes no tenía misa que atender, se entretenía regando la huerta que tenía en el jardín de casa.

    Así pues, cierto día, mientras el cura se encontraba regando, al pasar José Manuel con su burro por la zona, con el agua de la manguera se espantó y ya no quiso seguir caminando. Él, muy enfadado, tras gritar varias veces “arre”, se le ocurrió decir: “Me cagüen tu alma”. Y siguió para adelante.

    A la vuelta Don Leopoldo le estaba esperando para decirle: “Ha de saber que los burros no tienen alma”. A lo que el otro contestó: “Entonces no he pecado”. Y se marchó dejándolo plantado.

    LA GRAN EPIDEMIA

    Posted by Isabel Martín Hernández in 11/27/2009

    Desde Argentina me ha llegado este correo de Carlos García en referencia a la entrada “La gran epidemia” de este blog. Muchas gracias por tu aportación, es realmente un dato interesante.

    “Hola Isabel: Soy nieto de miezucos y tengo a mi alcance las microfilmaciones que los Mormones han realizado de los bautismos, matrimonios y defunciones ocurridas en Mieza. Dentro de lo posible trato de investigar mis antepasados y al mismo tiempo hacer algún aporte histórico a quienes lo puedan necesitar. Con respecto a la gran epidemia, podría situarla en el año 1875. Es posible analizar las causas de muerte a partir del año 1863 hasta abril de 1899, fecha en la cual los registros parroquiales pasan a convivir con el registro civil. Por lo tanto, si nos referimos a dicho período podemos encontrar una media de 46 decesos anuales (entre 24 y 64) con el dato notablemente alto de 1875, año en el cual fallecieron 168 personas. De esas muertes, 133 (el 79 %) a causa de Viruelas confluentes pútridas (según certificado médico, de las cuales 58 no superaban los 2 años de vida. Estos datos forman parte de un trabajo que estoy desrrollando en relación a las enfermedades habituales en esos tiempos. Muchas gracias por permitirme hacer este pequeño aporte. Un saludo desde La Plata, Prov.de Buenos Aires, Argentina”

    LOS FRAILES DEL CONVENTO ROBLEDO

    Posted by Isabel Martín Hernández in 11/14/2009

     En el ya mencionado convento[1] de Robledo vivían unos frailes que, de vez en cuando, salían para comunicarse con los demás frailes de los pueblos de alrededor.

    En cierta ocasión, los frailes de Robledo se acercaron al pueblo de La Zarza, ya que ahí se encontraba otro convento (colindante a la casa del Tío Bernardo). Al parecer, los frailes de Robledo les comentaron que todos juntos debían ir hasta el convento de La Verde (Aldeadávila) ya que el superior les iba a comunicar algún evento importante.

    Por ello, como les habían indicado, allá acudieron. Sin embargo, como se comenta en La Zarza, aquellos frailes no volvieron a casa, pues, al parecer, sin saber cuál fue el motivo que lo ocasionó, los de Robledino los mataron por el camino.

    EL CEMENTERIO DE ROBLEDO

    Posted by Isabel Martín Hernández in 11/07/2009

     En la zona de Robledo o Robledino de Santo Domingo aún podemos ver la pared de lo que años atrás fue una ermita (algunos del pueblo comentan que aquello en realidad fue un convento).

    En dicho lugar, sea ermita o convento, lo que sí está claro es que hubo un cementerio. Al parecer, después de que se realizó la venta de la dehesa de Robledo muchas fueron las alteraciones que se hicieron en las pareces colindantes al lugar. Así pues, podemos encontrar varios casos que nos muestran la existencia del cementerio:

    -Lorenzo quitando paredes en la zona encontró huesos.
    -El Tío Claudino al ir retirando las piedras, vio como iban saliendo huesos que estaban sujetos a la raíz de la zarceña que cubría la pared.
    -Sebastian Martín haciendo un albañal en la cortina colindante al lugar, se encontró con varias tumbas.

    AL LADRÓN

    Posted by Isabel Martín Hernández in 11/04/2009

    Santiago “El Rojo” (mi tatarabuelo), Bernardo y el Tío Chalán (Joaquín) eran tres hermanos -muy grandes ellos- de La Zarza de Pumareda, que dedicaron más de media vida a guardar las ovejas de los amos.

    Cierto día, mientras se encontraban en el campo, vieron “síntomas” (como indican los vecinos del pueblo) de que les iban a robar. Por ello, se prepararon con piedras y palos a esperar la llegada del ladrón.

    Transcurrió el día y por allí no apareció nadie; sin embargo, ellos no bajaron la guardia. Al llegar la noche, sintieron como alguien se acercaba al lugar donde se encontraban los carneros de la piara. Por ello, sin pensárselo dos veces, allá que salieron los tres grandes muchachos para defender la hacienda. El ladrón no tuvo tiempo de decir ésta boca es mía, y salió del lugar despavoridamente.

    TRIQUINA

     
    El ya mencionado Ángel Calvo, carnicero de La Zarza, en cierta ocasión acudió a casa del Tío Tamborilero para matar unos cebones.

    Después de realizar la tarea -como venia siendo costumbre- a media mañana se sacaba algo para que almorzaran los allí presentes. Sin embargo, tras buscar en la despensa, no encontraron nada con lo que poder convidar, por lo que vieron como buena alternativa comenzar con los cerdos recién sacrificados.

    Allí pasaron buena parte de la mañana cocinando, y finalmente comieron  de uno de los cebones que habían matado.

    Cuando llegó el mediodía, Ángel acudió al cercano pueblo de Masueco, pues era allí donde se encontraba el veterinario. Tras ser analizado el trocito de lengua,  el hombre dio a conocer que el animal tenía triquina –una enfermedad que se enquista en el ser humano causándole la muerte-. Aún así, de esa se libraron.

    SIN CONVITE

     A Ángel Calvo, que fue un carnicero de La Zarza, cierto día le encargaron matar unos carneros para el festejo de una boda.

    Tras pasar toda la mañana en la tarea, acudió a casa del Tío Tamborilero, que se encontraba a la salida del pueblo (en la carretera de Aldeadávila). Una vez allí, avisó a unos invitados para que le acompañasen a recoger la carne, pues ya iba llegando la hora del convite.

    Al llegar al lugar donde se supone que debían estar los carneros, se quedaron con dos palmos de narices, pues alguien que se había dado mucha prisa, y que ya sabía lo que tenían de menú, se encargó de estar pendiente y darse prisa en hacerlos desaparecer. Por lo tanto, aunque, los de la boda continuaron con la celebración, no pudieron saborear esos suculentos carneros.

    EN EL LECHO DE MUERTE

     Un hombre de Aldeadávila de La Ribera al pasar por el pueblo de La Zarza, vio unos pinos que le llamaron la atención. Cuando pudo volvió, pero en ésta ocasión con intención de arrancarlos. Y así hizo.

    Cuando los guardias de la zona indagaron para averiguar quién había sido, dieron con el paradero de un hombre, y creyendo que había sido el autor, lo encarcelaron.

    Transcurridos seis años de aquel fatídico falló, el que realmente había robado los pinos, al encontrarse en su lecho de muerte, confesó que el pobre hombre que se encontraba preso no tenía culpa ninguna. Y ya muy enfermo, como una de sus últimas voluntades, tras confesarse, pidió que lo sacaran.

    LOS PERROS Y EL PASTOR

     No son pocas las veces que se indica que el mejor amigo del hombre es el perro, ya que es un animal muy leal que acompaña a su dueño en todas las ocasiones, incluidos en los momentos más difíciles.

    En referencia a esa creencia tan extendida, señalaré un suceso acaecido en La Zarza de Pumareda hace muchísimos años. Los vecinos más ancianos  del municipio recuerdan que sus abuelos cuando contaban el relato ya indicaban que había ocurrido bastantes años atrás, por lo que se hace difícil situarla en el tiempo. Aquí os lo presento.

    Había un pastor en el pueblo, como tantos y tantos otros, que pasaba todo el año, día y noche, en el campo cuidando de sus ovejas con sus dos perros fieles. Cierto día, el hombre ya mayor, falleció.

    Cuando los vecinos se dispusieron a trasladar el cuerpo sin vida hasta el mismo pueblo, los perros, por más que los acompañantes lo evitaban, seguían detrás a su ya difunto amo. Finalmente, tras la insistencia de unos y la perseverancia de otros, consiguieron que los perros regresaran al campo con el rebaño.

    Aquel mismo día por la noche, tras haber sido enterrado el hombre, los perros habían olisqueado el camino que les llevaba hasta el pueblo, y allí se acercaron. Al parecer se pasaron la noche entera aullando. Así pues, el comentario del pueblo a la mañana siguiente fue que no pudieron pegar ojo, ya que los perros no habían permanecido en silencio ni un solo instante. Pero ahí no acaba la historia. Un hombre se acercó al cementerio –por casualidad-, y cual no sería su sorpresa al ver que en la tumba donde yacía el pastor la tierra estaba levantada.

    Según parece, los perros habían pasado parte de la noche escarbando en el lugar, ya que habían olisqueado que allí se encontraba su amo y aunque intentaron sacarlo, por suerte, no lo consiguieron. 

    LA CABAÑA DE LA CHISPA

     En el término de La Zarza, en la zona de Camino Fuentes, encontramos una cabaña conocida como La Cabaña de La Chispa. En dicho lugar hace unos 80 años ocurrió una gran fatalidad.

    Cierto día mientras dos pastores del pueblo (Francisco y Agustín) y la hija de uno de ellos se encontraban en dicho lugar, comenzó una tormenta.  Por ese motivo, los tres se guarecieron en la cabaña, para dejar pasar el tiempo.

    Transcurridos los minutos los dos pastores se asomaron, pues parecía que ya había acampado. Pero, por fatalidades de la vida, en ese instante cayó un mal rayo en la misma entrada de la cabaña, matando de esa manera a los dos hombres. La pequeña, que se encontraba dentro, se salvó.

    LA GRAN EPIDEMIA

    Posted by Isabel Martín Hernández in 10/12/2009
    En el pueblo de Mieza de La Ribera los más mayores recuerdan que sus abuelos ya contaban que en el pueblo se sufrió una gran gripe.

    Fue tan grave, que el pueblo se quedó con muy pocos vecinos. En un primer momento, como dato curioso a señalar, fue que los primeros que iban cayendo fueron los que mejor vivían, como por ejemplo el señor cura.

    En poco tiempo murió tanta gente que decidieron no tocar las campanas de la iglesia, y ni tan siquiera celebrar misa. Directamente, según iban falleciendo, colocaban los cuerpos sin vida en los poyos de la ermita. Según se comenta, mientras unos vecinos subían con los cuerpos, otros tantos bajaban en busca de más.

    Cierta tarde a un miezuco lo pusieron en el poyo para esperar a enterrarlo. De repente el pobre hombre se levantó y dijo: “¿Qué estoy haciendo yo aquí?”. Con las mismas cogió y se marchó a su casa.

    En la Zarza tampoco olvidan esa gran epidemia. Entre los recuerdos que aún se mantienen, señalaré el siguiente:

    En la actual casa de Franco, murió toda una familia de la epidemia, pero no en el mismo año. Cuando muchos de los miembros ya se encontraban enfermos, el medico les comunicó que no comieran todos del mismo plato, ya que de esa forma se contagiarían más rápido.

    Se comenta que esa familia no hizo caso del consejo que el medico les había dado. Y de esa manera, la enfermedad continuó avanzando. En un primer momento murió el hijo pequeño, y sucesivamente fueron cayendo el resto de los hijos.

    Finalmente, pasados unos años, ya sin hijos, murieron los padres de la misma enfermedad.

    LA VIEJA DEL CAZO

    Posted by Isabel Martín Hernández in 10/11/2009

    ¿Quién no ha oído hablar nunca del Sacamantecas o del Hombre del Saco? Esos personajes terroríficos han sido utilizados durantes años con el objetivo de que los más peques de la casa hiciesen caso y no desobedeciesen  las indicaciones de sus padres, abuelos, tíos… De esa manera, cuando algún chiquillo se disponía a realizar alguna trastada, no faltaba la persona que le señalase lo siguiente: “No hagas eso, ya que va a venir el Hombre del Saco y te va a llevar”. Tras escucharlo, al chaval le entraba miedo y obedecía.
                       
    En el pueblo de La Zarza de Pumareda existe un personaje muy peculiar que, al igual que esos seres ficticios, ha sido referente de los mayores, mediante el uso del miedo, para evitar posibles desgracias. En este caso es una mujer que se conoce como La Vieja del Cazo.

    La característica más peculiar de esa anciana es que solo aparecía en pozos (los de pueblo sobre todo señalan Pozo Airón[1]) y lagunas, y, además, en la mayoría de las ocasiones el uso de La Vieja quedaba limitado a las mujeres, ya que ellas eran las que más tiempo pasaban con los mozalbetes. Por ello, hoy en día en el pueblo de La Zarza son más las mujeres que los hombres que se acuerdan de ese ser tan peculiar que ya ha quedado obsoleto, en desuso.  

    Así pues, como indican los vecinos, cuando algún mocito, haciendo caso omiso a las indicaciones de sus mayores, se arrimaba a algún pozo o laguna, les decían: “Aléjate del pozo, ya que va a salir La Vieja y con el cazo te va a meter dentro”.

    Es curioso, ya que entre pueblos que distan entre si de pocos kilómetros podemos encontrar que los personajes cambian. En el pueblo de Mieza el ser que asusta a los niños es el Bobo. Cuando algún niño hace lo que no debe le indican: “Que viene el Bobo”, o “No te arrimes que está el Bobo”.

    [1] Pozo Airón está situado en el actual parque infantil. Antiguamente en ese mismo lugar se hallaban las pozas donde las mujeres acudían con el cesto a lavar la ropa.