Otra versión es la señora del lobo, ésta se la oí a mi padre varias veces.
La señora estaba soltera. Un día fue a llevar la merienda o cena al pastor
y se le hizo de noche, y en La Laguna Nueva le salió el lobo, y en ese momento
creyó que era su novio que venía con dos faroles, que resulta eran los ojos del
lobo, que dicen que de noche le brillan mucho. Y ella le decía, “pensaba que me
ibas a meter miedo”, pero cuando vio que era el lobo, si que le entró de
verdad, todo el camino le fue persiguiendo (yo no sé si la tiraría de las sayas
e intentaría caerla, ya que si hubieran sido más lobos, lo habrían logrado) y
al llegar al cotorro, le salió un perrito que venia al encuentro ladrando y vio
luces y ya la dejó y escapó. Según contaba mi padre debió vivir en esas casas que había donde está el deposito del agua, cosa que yo no me acuerdo, pero que coincide como contaba mi padre. A la chica le quedaron ataques como llamaban entonces, pero su novio igual se casó con ella. Traía la saya quemada porque en varias ocasiones se caía para la lumbre, aunque no la dejarían mucho sola. […]
Creo que una versión tan completa no te la ha dado nadie